Cómo tratar al niño en edad preescolar que ama los dulceS WIC
El hijo de cuatro años de Nicki parecía tener un radar para los dulces. «Cada vez que vamos a la tienda, al consultorio del médico o a una fiesta, estos alimentos lo atraen», relató. «Ahora, varias veces al día pide algo dulce para comer».
Los dulces, y cómo manejarlos, se ha convertido en un problema importante para los padres de niños pequeños. El viejo consejo de evitar los dulces es difícil de seguir en el mundo actual, ya que se pueden encontrar casi en cualquier lugar a donde vaya. Paletas dulces en el consultorio del médico, rosquillas al salir de la iglesia y galletas en la guardería son solo algunos ejemplos de lugares donde los niños encuentran dulces. En los primeros años de vida es cuando se forman las preferencias por los alimentos. Ayudar a su hijo a familiarizarse con distintos alimentos es fundamental para ayudarlos a que le gusten. Por eso, si su hijo ve muchos vegetales y cereales integrales a una edad temprana, es posible que le gusten esos alimentos, debido a que los ve a menudo y ha desarrollado el gusto por ellos. Lo mismo ocurre con los alimentos que no son saludables. Si su hijo ve muchos dulces, como caramelos, galletas y refrescos, es probable que aprenda a gustar de ellos, quizá más que de los alimentos más saludables.
Le convendrá entonces tener un plan de juego para manejar los dulces, de modo que no se conviertan en un agregado insalubre en la dieta de su hijo en edad preescolar. Estos son algunos consejos:

- ¿Cuántos? Determine cuántos dulces, en promedio, desea que su hijo en edad preescolar coma. Para algunas familias, esto significa uno por día, para otras, tres por semana. Usted debe tener una idea del límite, para controlar la cantidad.
- ¿Cuál es el tamaño adecuado? Permita golosinas pequeñas. Después de todo, los niños son pequeños, por lo que puede hacer coincidir los tamaños. Galletas pequeñas, mini sándwiches de helados o pequeñas golosinas que se expenden en envases del tamaño de un cuarto de taza son porciones de tamaño razonable.
- Ponga un límite a los dulces. Los niños pequeños pueden ser insistentes, pero también se los puede distraer. Cambie el tema cuando el niño en edad preescolar le pida dulces y pregúntele si quiere salir a caminar o a jugar.
- Controle la provisión de dulces en el hogar. Si sus alacenas están llenas de galletitas y pastelillos, será difícil que su hijo no los coma. Limite los dulces que compre por semana y, cuando los tenga en su casa, manténgalos fuera de la vista y el alcance del niño.


- Sí, puedes. ¿Cuál quieres? Dé a su hijo la posibilidad de elegir entre dos opciones: por ejemplo, una galleta o un palito de jugo helado. Ofrecerle la posibilidad de elegir, le dará algún control sobre la situación.
- Use recordatorios. Cuando su hijo coma una golosina, recuérdele que ya no habrá más ese día. Hágale saber que podrá comer más otro día.
- No están en el menú de hoy. Si su hijo pide dulces, y usted ha decidido que es conveniente tomar un descanso de las golosinas, dígale, simplemente: «las golosinas no están en el menú de hoy».
- Elija lo nutritivo. Cuando elija dulces para su hijo, opte por los que tengan un valor nutritivo agregado. Por ejemplo, aunque el helado tiene alto contenido de azúcar y grasas, también contiene sustancias nutritivas, como el calcio. Los caramelos solo ofrecen azúcar.
- Siempre en la cocina. Sentarse a la mesa para comer es un buen hábito para adquirir desde pequeños, por eso, deje que el niño disfrute de su golosina cuando esté sentado a la mesa.
- Siga su plan. Una vez que haya elaborado su plan de juego para manejar el gusto de su hijo por lo dulce, siga su plan de la mejor manera posible. Es importante ser constante cuando se trata de manejar los dulces.
